A los apasionados de la fotografía seguro que esta cámara los dejará asombrados. Bueno, y a los no tan aficionados también.
Se trata de un prototipo de cámara que incorpora unas hélices, como si de un helicóptero se tratara, y que gracias a un pequeño motor, nos sobrevolará tirando fotos a un intervalo determinado. Al tener un detector facial, siempre saldremos enfocados. Cuando se le termina la energía que hace que las hélices roten, suavemente se deposita en el suelo. Ideal para fotografiar el partidillo de fútbol de los domingos, la comida en el campo o a tus hijos intentando agarrarla. Sin lugar a dudas, me la compraría.
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